La creatividad está en tus manos

Granada, Granada, Djibouti
El propósito de este blog es investigar acerca del concepto de creatividad: en qué consiste y cómo estimularla en el sistema educativo. Solo aquellas personas que conocen el proceso creativo podrán elegir contenidos, planificar lecciones y organizar materiales que ayuden a los niños a desarrollar las capacidades, los rasgos y las actitudes propias de una persona creativa. El blog pretende diseñar actividades con objetivos creativos que sirvan para complementar la programación de una lección artística.

miércoles, 7 de abril de 2010

¿Hay relación entre creatividad e inteligencia?



La relación entre la creatividad e inteligencia siempre ha sido objeto de discusión. A partir del año 1950, estos dos términos son considerados como dos conceptos aislados, competitivos, mutuamente excluyentes. Poco a poco, se llega a la conclusión de que dichos términos se relacionan; de tal manera que, actualmente, la creatividad se ve como una aplicación de la inteligencia a un campo determinado.


La correlación moderada encontrada entre ellas y el hecho de que en los niveles altos de inteligencia la creatividad sea bastante débil indican que la primera puede favorecer a la segunda en algún grado, mas no la garantiza. Perkins (1990) sostiene que las personas muy inteligentes probablemente son más creativas, y que la inteligencia puede ser necesaria, pero no suficiente, para el desarrollo de la creatividad: existe mayor número de personas muy inteligente no creativas, que creativas muy inteligentes.


La inteligencia convencional se estima como adquisición eficaz de nuevos hechos, acceso rápido a los volúmenes de la memoria, exactitud para dar la mejor respuesta a cada pregunta y como aplicación lógica de los conocimientos que se poseen, mientras que la creatividad se estima como producción de ideas nuevas y apropiadas, encontrando para ello originales procedimientos y soluciones inesperadas.


A pesar de su cuestionamiento, siempre se ha aceptado la relación entre creatividad e inteligencia, en parte porque esta última ha sido el término dominante durante el desarrollo histórico de los estudios sobre creatividad. Tal apreciación ha influido en el entrenamiento de la creatividad en cualquier campo, por ejemplo, en educación.


El punto dominante de esta visión queda caracterizado por el efecto umbral: se requiere un mínimo de inteligencia para que un individuo muestre conductas creativas en cualquier disciplina. Este efecto produce resultados muy diversos, pero Callahan (1991) los atribuye también a las características de la población estudiada, a las condiciones de la evaluación y a los instrumentos utilizados en ella. Las primeras teorías de la creatividad apoyan, pues, la noción umbral; las cuales, consideran que estas relaciones son más complejas de lo que realmente se piensa y que la teoría umbral debe ser investigada más a fondo.
La cuestión no es si la creatividad y la inteligencia se relacionan, sino de qué manera lo hacen y en qué sentido.
Haensly y Reynolds (1989) señalan que la creatividad y la inteligencia han de ser entendidas como un único fenómeno, puesto que la creatividad es una expresión de la inteligencia.


Siguiendo esta línea, hay autores que hablan sobre la relación de inteligencia-creatividad con la genética: La creatividad, en cuanto a su carácter hereditario, será un caso especial pues tiene una doble vertiente; por un lado, el ser o formar parte de la inteligencia y, por otro, la materia concreta objeto de la creatividad, como podría ser la música. Se puede entender que la creatividad sea un subconjunto de la inteligencia, entendiendo ésta como conjunto de funciones relacionales básicas o elementales, asociadas a un alto grado de fiabilidad; es decir, un subconjunto del caso particular de la inteligencia condicional.
En sentido estricto, este último requisito es esencial para la inteligencia, si las funciones cerebrales encargadas de efectuar las relaciones lógicas se equivocan a menudo no serían inteligencia, serían otra cosa posiblemente denominada intuición o, si se equivocan casi siempre, ausencia de inteligencia.

Dicho subconjunto estará formado por aquellas funciones que facilitan la creación, diseño, invención, imaginación, etc. de nuevos conceptos o ideas.


No dudan, pues, los científicos del área sobre la supuesta correlación existente entre creatividad e inteligencia, pero no se ponen de acuerdo a la hora de explicar su naturaleza, compleja por los muchos factores que intervienen en ella, tales como la personalidad y el ambiente.
Perkins, citado en Gellatly, A., La inteligencia hábil: El desarrollo de las capacidades cognitivas, Aique, Argentina, 1997

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